sábado, 1 de octubre de 2011

DESPERTAR...

DESPERTAR…

Para despertar busca toda la ayuda que puedas, lee los libros que
encuentres, asiste a los encuentros que te inviten, medita, respira y
espera, todo ayudará, pero finalmente
 solo tu harás la alquimia, pues
nada puede precipitarla, solo tu intención que suceda. Y aún si no
hicieras nada de nada, espera tranquilo, igual ocurrirá...

Si ya has despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor,
entonces camina en puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos.

Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada. Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, éstas siendo arrullado y cuidado.

Despertar no es un acto de magia, aunque llenará de magia tu vida.
Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo, aunque todo lo
que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.

Despertar no cambiará tu vida, si bien sentirás que todo ha cambiado.

Despertar no borrará tu pasado, pero al mirar atrás lo percibirás como
la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, pero
sentirás que ese alguien
 ya no eres tú.

Despertar no despertará a tus seres queridos, pero ellos se verán más
divinos ante tus ojos.

Despertar no sanará tus heridas, pero dejarán de gobernarte.

Despertar no solucionará tu situación financiera, pero te sentirás millonario.

Despertar no te hará más popular, pero ya no volverás a sentirte solo.

Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás, pero te hará
perfecto ante tu propia mirada.

Despertar no te dará más poder, pero descubrirás el poder que tienes.

Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tu mismo.

Despertar no cambiará
 el mundo, te cambiara a ti.

Despertar no quita responsabilidad, muy por el contrario te dará conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones.

Despertar no te hará tener siempre la razón, más bien ya no sentirás deseos de tenerla.

Despertar no traerá caudales de amor a tu vida, descubrirás que ese caudal habita en ti.

Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas y tiene todo que ver
con el amor. Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus
experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la
existencia... Sí,  amar ésta bella vida tan sorprendente y variada en
todos sus matices.

Permítete disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso Ser que ya
eres. Tu vida es un acto sagrado pues es la creación del Dios que hay
en ti, que eres tú…

Autor desconocido.



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